miércoles, 24 de septiembre de 2008

El Rock se va de cañas con la cultura

Y creo que así sería si hablaramos de dos personas. Esta entrada del blog viene a ser el resultado de una conversación que mantuve uno de estos días con unos cuantos de mis más allegados acerca de la visión general del Rock y de su gente en la sociedad. Como podréis imaginar, los estereotipos ochenteros gastados y caducos que se dieron en este país, no pudieron faltar pero no voy a hacer hincapié en esto porque todos estamos cansados de oírlos y todos los demás cansados de oirnos protestar por esto mismo.

Con lo que me quedo realmente es con la cara de sorpresa de estas personas (repito, muy queridas, aunque pensemos de maneras diferentes) cuando les cuentas que en el Rock de la calle, en el que se vive día a día en los bares y en las salas de conciertos, tanto a las 10 de la noche como a las 7 de la mañana después de una noche larga y llena de humo, la gran parte de la gente que nos vemos las caras somos también "válidos" según los cánones que trata de imponer la sociedad del "pisotea a tu semejante para llegar más alto".

Y es que es así: el que escribe ha estado hasta altas horas con Doctores, Ingenieros, Literatos, Pintores, Albañiles, Fontaneros y Parados (en definitiva gente de todas formas y colores) y ninguno de ellos hizo distinciones de ningún tipo, porque el Rock era la pasta que nos estaba uniendo y, en el fondo, era lo que importaba. El Rock está lleno de cultura, porque la gran mayoría que lo profesa es gente culta. Porfavor, dejemos a un lado los estereotipos oxidados y marchitos. Es cierto que "en todos los sitios cuecen habas" como diría aquel, pero que la mente colectiva sepa que es en todos los sitios, no solo en los ambientes donde se respira Rock y nunca de manera general. El Rock es una manera de entender la vida, una manera de vivirla. Simple y llanamente.

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