martes, 14 de octubre de 2008

El éxtasis del Rock

Hace unos días debatía con un amigo acerca de las gracias y desgracias del Rock. No llegamos a ninguna conclusión sino mas bien a la idea de que nos era imposible explicar qué es lo que sentíamos exactamente con y por el Rock. El viernes, como se anunció en este MySpace y en el de la banda (http://www.myspace.com/cardinalrocks) tuvimos el placer de compartir escenario con una de las bandas históricas de nuestro país: Sobredosis. El lugar fue perfecto y la gente respondió de manera moderada, pero la sala bullía Rock.

Tratar de explicar la sensación de música en movimiento que se ¿padece? encima de un escenario es una tarea muy complicada. Decir que es "como un virus que se extiende de tumor a suspiro", como decía la letra de aquella canción, es poco. Decir que es como practicar el sexo también es poco. Quizá el efecto psicoactivo de alguna substancia podría acercarse, pero tampoco se trata de eso. Hablamos de sensaciones mas fuertes, espectaculares y sanas. Es una sensación diferente, es el hecho de estar ahí arriba, delante de un número indeterminado de personas, y a la vez estar solo, porque por momentos olvidas que tienes gente delante y eres hacedor y creación al mismo tiempo. Ese momento es algo mágico que no se puede explicar con palabras llanas sobre un blog. Y lo mejor de todo es que cada momento de Rock vivido en un escenario es único y no se va a volver a repetir. Cada gala es diferente y cada minuto de cada gala supone una reflexión distinta.
Por el Rock hemos dejado de lado alguna vez amigos, romances, horas de esparcimiento, sensaciones diferentes... buscando consciente o incoscientemente ese pequeño momento que hace que todo lo demás no merezca la pena. ¿Qué tiene esto del Rock que no somos capaces de explicar qué es, y a la vez nos deja marcados para toda la vida? Sea lo que sea, no quiero deshacerme de ello.

El éxtasis del Rock no solo se siente encima de un escenario. Hay otras maneras de éxtasis como la emoción contenida y al segundo disparada al escuchar ciertas melodías preferidas que son capaces de evocar ciertos momentos de tu vida que quedaron ligados para siempre a aquella canción.

Y efectivamente esto ocurre con cualquier estilo musical... pero en mi modesta opinión, en ningún otro estilo se siente con tanta visceralidad como en el Rock. No es sólo una canción... es lo que es capaz de mover esa canción.