miércoles, 16 de abril de 2008

Rock o prozac

En alguna ocasión siempre he dicho que esto del Rock, llega a ser algo mas que una reunión de amigos un sábado por la mañana. Y cada día que pasa corroboro mas mi afirmación. Todo el mundo tiene problemas, mas o menos serios, mas o menos importantes, pero el caso es que en algún momento de la vida, todos lo pasamos algo más que mal.

La mejor terapia bajo mi punto de vista siempre será el Rock. Es capaz de levantarte el ánimo cuando ni siquiera lo tienes, y capaz de borrar tu mente durante almenos un período de tiempo. Siempre se dice que el tiempo lo cura todo, pero pienso que para los que vivimos por una pasión, es el Rock lo que nos hace grandes en nuestra faceta personal.

A lo largo de toda mi andadura por este mundillo cultural (aunque algunos se empeñen en desacreditarlo) me he encontrado a muchos tipos de personas. Pero todos tenían un denominador común y es que son capaces de apartar el mundo de un manotazo, mientras suena Smoke on the Water.

Si tú, lector, no comprendes el Rock en su mas amplio sentido, como modo de vida, o simplemente como poco mas que unos CD's en la estantería del comercio de turno que pasan desapercibidos, te invito a pararte a reflexionar sobre tu opinión. Efectivamente (y con perdón de la expresión) las opiniones son como los culos: cada uno tiene el suyo, y todos son culos. Quiero decir que todas las opiniones y gustos son válidos.

Con estas letras sólo pretendo mostrar que el Rock, para los que lo entendemos como un modo de expresión personal y de vida, es nuestro particular clavo ardiendo. Y en muchas ocasiones, lo único que queda en pie después de una catástrofe.

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