jueves, 15 de enero de 2009

El Rock no deja de sorprenderme

Y espero que no lo haga nunca. Después de tantos años y experiencias vividas, de mayor o menor calibre, el Rock no deja de sorprenderme con sus giros inesperados y sus "cambios de humor" repentinos. Es increíble la capacidad que tiene de ilusionar a las personas, con apenas un segundo o dos de su jugo. Hace unos días, la banda volvió al local después del concierto del pasado día tres, para realizar la labor más "mística" dentro del día a día del Rock: volver a dejar el local como estaba antes del último concierto.
Bromas aparte, la intención de estas reuniones son siempre decidir el siguiente paso, y con más hincapié esta vez puesto que es principio de año y hay que enfocarlo como creemos que debería ser la manera mas correcta y sensata.

Café, algún cigarrillo y una tertulia de a cinco bastante fluida en la que se discute de los pros y los contras de cada idea de cada uno de nosotros. Una vez decidido el camino a seguir, decidimos volver a escuchar alguna de las grabaciones que hemos venido haciendo durante la segunda mitad del año 2008, a modo de bloc de notas para el siguiente disco, y nos encontramos con dos sorpresas que no esperábamos. Dos embriones de lo que serán dos temas nuevos de los que ninguno nos acordábamos y que llegaron como una bocanada de aire fresco.

Fue como pasar de cero a cien en menos de un segundo, porque a todos sin excepción (el sexto miembro tampoco se quedó fuera) nos recorrió la espina dorsal esa lombriz eléctrica que indica que la ilusión sigue viva, y sólo necesita una pequeñísima chispa para volver a ser el centro de cada una de nuestras vidas... aunque realmente nunca dejó de serlo.

lunes, 5 de enero de 2009

"Este es nuestro oficio... ¿cual es el vuestro?"

Creo que esta va a ser la primera entrada de este blog que no contenga la palabra Rock. Y lo cierto es que me estoy saltando una pequeña norma que me autoimpuse al comenzar Bitácora del Rock v2.0 en MySpace, pero quería plasmar textualmente en este blog la frase textual que da origen a esta anécdota.

Durante el concierto del pasado día 3 en la mítica sala Live! de Carabanchel, mi compañero y amigo Diego lanzó una pregunta al público en un momento muy determinado de la actuación. Textualmente:

- "Éste es nuestro oficio... ¿cual es el vuestro?"

Sinceramente no lo hubiera sabido definir mejor. Las caras que encontré en las primeras filas después de esta pregunta lanzada a todos los presentes, estaban llenas de ojos como platos. Más de una cabeza cambió al escuchar esta pregunta y ese es sin duda el objetivo que persigue nuestro "oficio".

Y es que es una verdad universal. Todos los que nos dedicamos a esto de una manera mas o menos profesional, sin vivir plenamente de ello, tenemos nuestros trabajos "normales". Técnicos, abogados, barrenderos,... Aunque todo se hace prescindible cuando se trata de salir ahí y tocar. Esa es la verdadera vocación, el verdadero esfuerzo y por lo que no nos importaría sudar sangre si fuera necesario. Perseguidores de sueños y cazadores de mariposas de humo, sí... pero el Rock es esto, y los que lo vivimos desde dentro estamos marcados para toda la vida. Lo necesitamos para seguir viviendo, porque la vida diurna no es todo lo que esperábamos de ella, porque es el punto de adrenalina que nos empuja a seguir avanzando, porque es el sueño que nos mantiene despiertos y podría seguir escribiendo miles y miles de porqués y nunca sería capaz de expresar lo que significa el Rock al cien por cien. La sensación de estar haciendo algo en dos dimensiones completamente distintas: primero para uno mismo, por satisfacción e inquietudes personales. Y segundo por la gente, por los que están abajo disfrutando, saltando y dejándose la garganta. Ver a todas esas personas disfrutar con lo que haces es un "premio mas valioso que el dinero" como decía la canción.

Definitiva y decisivamente éste es nuestro oficio... ¿cual es el tuyo?