Los vientos de cambio
Este quizá sea uno de los capítulos mas "dramáticos" o "críticos" de una banda de rock. Cuando se avecinan cambios importantes a nivel de formación, la banda siempre experimenta un cambio. Esa mutación se produce de manera implacable y con la consecuencia de que ya nunca las cosas vuelven a ser como antes. Y no digo que sea un acontecimiento perjudicial para la banda, ni mucho menos. Los cambios de formación no son ni buenos ni malos, hasta que no se ve el resultado.
Efectivamente siempre es un mal trago el hecho de que un compañero decida abandonar el barco, pero creo que lamentarse por ello durante demasiado tiempo sería un error que se pagaría caro.
La máquina no puede pararse nunca. Y menos cuando se trata de un contratiempo de este calibre. Cuando las piezas de un motor se cansan de funcionar al compás, o simplemente deciden no hacerlo por las razones que sean, la pieza debe ser sustituida. Por lo tanto se avecina una época interesante de cambios. Una nueva etapa, ahora de verdad.
Desde estas líneas quiero comunicar que la etapa que la banda acaba de dejar atrás será recordada de una manera entrañable. Porque a los amigos se les recuerda. Suerte en tus proyectos, amigo. La banda seguirá adelante, como ya conoces.
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