viernes, 21 de julio de 2006

Parada para repostar

Siempre he tratado de enfocar la banda de Rock como una máquina precisa. Bueno todas las máquinas tienen que parar a repostar alguna vez y ahora es el momento de hacerlo. 20 conciertos a las espaldas, 20 idas y venidas, 20 ilusiones, 20 desilusiones, 20 veces nos hemos visto las caras y 20 veces con la sonrisa puesta en la cara al terminar el concierto.
Las paradas de reflexión son necesarias tanto como las paradas de dispersión. Es muy bueno que cada uno se tome un tiempo para sí mismo para volver con energías renovadas, ideas nuevas y la frescura que da el desconectar por un tiempo.
Hay una cosa que me parece muy curiosa y es que aunque la máquina se pare a repostar, sigue funcionando. Parar a repostar no significa quedarse parado y volver a retomarlo cuando se considere oportuno. Parar a repostar es tomar perspectiva, pero seguir trabajando para reengancharse con el depósito lleno y poder pisar a todo gas sin miedo.

Precisamente eso es lo que se pretende. Volver a la carga dentro de unas semanas con nuevas energías y nuevas metas. Este año ha sido excepcional en todos los sentidos para la banda de Rock y ahora es el momento de dar otro pequeño paso mas. Pero antes hay que trabajar, antes de quemar el combustible hay que saborearlo.

Felices vacaciones a todos!

viernes, 14 de julio de 2006

Vértigo

Cuando el agua que se vierte en un vaso lo conquista, ésta rebosa por sus bordes. Si, parece una cosa obvia y cotidiana, pero es lo que mejor expresa lo que pasa con la banda de rock a día de hoy. Cuando se vierte en el vaso la primera gota apenas es apreciable (casi hasta es despreciable), pero a medida que esas gotas se van juntado, lo que era una mota de polvo en el espacio se convierte en una marejada que disminuye poco a poco y de forma implacable la capacidad que tiene el vaso de contenerla.
Y el problema no es que el vaso se llene. Porque si el vaso llega a llenarse y el torrente de agua deja de derramarse ese mismo agua acabará por evaporarse con el tiempo. La cuestión es que el torrente no cesa en su intención de inundar el vaso y al llegar al límite, el agua se desborda... salpicando el pequeño universo que rodea al vaso.
Ese pequeño universo no tiene nada que ver con el vaso, pero ahora ya forma parte de él.

Precisamente es esto lo que hay que evitar por todos los medios, por una razón muy sencilla. Piénsalo de esta manera ¿sería posible ver un león africano nadando océano a través hacia el continente americano? Es una aberración obviamente. Pues del mismo modo que la naturaleza no mezcla lo que no se puede mezclar, la banda de Rock tiene que funcionar como un ecosistema. Hermético, preciso, con todo calculado (al menos todo lo calculable).
Ahora se plantearía la pregunta de si el vaso sería capaz de existir sin el pequeño universo que le rodea. Ya estarás pensando la respuesta que evidentemente es que no sería capaz de existir sin un medio que lo soporte.
Es curioso como dos realidades diferentes son a la vez tan dependientes una de la otra. Y no estoy diciendo que esto sea malo, sino todo lo contrario.

La dependencia cáustica hacia una persona es insana, pero esa dependencia menos obsesiva, pero no por ello menos intensa, es precisamente uno de los pequeños engranajes que mueven la gran maquinaria.
¿Es necesario para la banda de Rock este pequeño engranaje? Realmente no estoy seguro, pero lo que sí se es que a dia de hoy para mí si es necesario.

Hoy al mirar la gran maquinaria desde arriba he sentido vértigo. El punto mas alejado es el que te da mas perspectiva, pero también es el mas frío.
Por suerte aun quedan románticos caminando por la senda del Rock.

sábado, 1 de julio de 2006

Los pequeños detalles son lo que hace grande el Rock

Efectivamente creo que este negocio del Rock no podría ser de otra manera. Como con cualquier faceta de la vida, la atención al detalle es imprescindible. Y si además el detalle es agradable, obtenemos un cócktel delicioso.
Una simple llamada, un simple mensaje corto o un e-mail son capaces de generar una cantidad brutal de emociones y, lo mas importante, son capaces de hacer que la banda de Rock se cohesione mas todavía, se compacte, y forme una piña de la que nadie entra ni sale. Ahora la banda esta mas cerca de sí misma que nunca, y eso es palpable. Tanto emocionalmente como productivamente.
Los grandes estadios, las grandes salas, las riadas de gente... son algo con lo que sueña cada noche cualquier banda de Rock. Pero muy poca gente es la que le da importancia a lo que vive cada día, a esa cara de emoción de los amigos al conocer buenas noticia, a ese pequeño mensaje corto que puede hacer girar la película mas rápido... pequeños detalles como estos son los que hacen grande el Rock.